jueves, 14 de marzo de 2013

Llegó la Y

Aquí os dejo el cuento que nos ha llegado hoy al buzón:

"Un día el rey invitó a la princesa I a enseñar el jardín a los hijos de unos amigos suyos que habían venido de visita. Ella protestó porque no le apetecía jugar con unos desconocidos. Además, esos días tenía mucha tos y mala cara. La doctora T le había recetado jarabe de limón para el catarro, pero todavía se sentía debilucha.
Amenazaba con ponerse a llorar para no tener que salir al jardín cuando el rey, que era muy listo, le dijo: “si lloras, es porque todavía no estás buena, así que tendremos que llevarte al hospital. Es mejor que salgas al jardín para tomar el sol y el aire”.
La princesa accedió y bajó al jardín. De pronto un perro saltó a su lado y ella se apartó muy asustada, creyendo que quería morderla, el perro la perseguía mientras la princesa corría en dirección al castillo llamando a su papá. Al ver que el pero corría más deprisa que ella se echó a llorar y sólo respiró cuando consiguió llegar a palacio. Al oírla, acudió toda la familia y el jardinero, sofocado de tanto correr. También aparecieron los niños que estaban de visita, preocupados.
Los niños le pidieron perdón, porque el perro era suyo. Lo habían dejado en el jardín porque era muy revoltoso y podía estropear algo del palacio: “Como estaba solo, se ha alegrado mucho al vernos y quería jugar con tu ratón. Por eso ladraba y corría”, le dijeron.
-¡No quiero volver a salir sola! –dijo la princesa I-. Me he llevado un buen susto y no quiero que se repita.
El jardinero J que la quería mucho, la consoló:
-No te preocupes, cuando tengas que ir sola a algún sitio, llámame y yo te acompañaré si lo necesitas.
-Bueno, pero, ¿cómo te avisaré que voy a salir al jardín sola?
-Muy fácil –dijo el señor J-, mándame a tu ratón amaestrado. Cuando lo vea, sabré que me necesitas e iré a buscarte, y mientras estemos juntos le dejaremos nuestros puntos para que se entretenga jugando en el jardín.
-¡Que gran idea! Dijo la I
En efecto, de esa manera lo hicieron, y caminaban cogidos de la mano los dos juntos, pero sin sus dos puntos de adorno, más tarde descubrieron que podían hablar los dos juntos, y que parecían otro personaje distinto, pero el jardinero insistía en que hablara ella porque él se cansaba.
Cuando la princesa tenía que acompañar a las visitas, iba con ella el jardinero, y así los vemos entre otras palabras: papá y mamá; sol y luna... Cuando el señor Estudioso los vio, les dio un nombre muy raro: “ y griega”, porque creyó que era un personaje que había llegado de otro país.






La Y se convierte en Ye:
¿Recordáis la historia de la I que se junta con el jardinero?... ¿Recordáis que el señor
Estudioso le puso el nombre de “i griega”?... Pues este señor, que se pasaba el día estudiando qué se podía escribir con el cuerpo de las letras, pensó que era una lástima qu  un cuerpo tan bonito como la “ i griega” , sólo se emplease para decir I, y que además estuviese siempre sola. Dijo:
-Eso lo tengo que arreglar, debo buscarle un trabajo, voy a probar qué dice cuando está al lado de la Familia Real.
Y vio que sonaba muy bien: ya, ye, yi, yo, yu. Empezó a pensar qué palabras se podrían
escribir y encontró algunas como : yema, payaso, ayuda...

miércoles, 6 de marzo de 2013

Se acerca la primavera... y llega el Jardinero J

Hoy nos ha llegado una carta del señor estudiosa dirigida a los niños de 5 años donde nos presentaba a un nuevo personaje del país de Letrilandia, al jardinero J, y nos contaba su historia, la cual os dejo a continuación:

"En el palacio del País de las Letras había un jardín que siempre estaba lleno de flores, especialmente en primavera, que era cuando mostraban sus mejores colores, deseosas de saludar al cielo, al Sol, a los pájaros. En cambio, durante el invierno, como la nieve lo cubría todo, las flores, que son muy perezosas y huyen del frió, se quedaban arropadas debajo de la tierra.
Entre las flores hay violetas, tulipanes y también jjjjjacintos y jjjjjazmines que son los preferidos de nuestro jardinero, porque su nombre empieza igual que habla el señor J.
El señor J es jardinero porque le encantan las flores y porque su forma de hablar es jjjj... jjj... jjj, como si tuviésemos una espina clavada en la garganta. ¡Qué bien!, si nos hacemos sus amigos algún día nos regalará un ramo de rosas, claveles o lilas, que son algunas de las flores que hay en el jjjjjjardín.
El jardinero J cuida las flores con mucho cariño y por eso están tan bonitas.
Para que no pasen sed las riega poco a poco, y para que no tengan hambre, les da abono que es su comida favorita. Cuando hace frío, el jardinero J las guarda en el invernadero, que es una habitación con muchos cristales por donde entra la luz y el sol. Allí las plantas están calentitas. Cuando hace demasiado calor coloca unos toldos para que no se pongan mustias.
El señor J trabaja mucho para mantener bonito el jardín. Tiene que remover la tierra para que esté blanda y fresca; pedir a las hormigas que dejen en paz a las plantas y se vayan al bosque, y cuidar de que los mosquitos, las moscas y las cucarachas no las estropeen. También hay que limpiar las flores, quitarles las hojas secas y arrancar las malas hierbas que crecen entre ellas y las deja sin comida. Los gigantes, como les daba mucha rabia que en el País de las Letras hubiese un jardín tan bonito, ponían, en el aire frío que mandaban con sus bocas, semillas de hierbas malas y plantas venenosas para perjudicar a las flores. Vosotros tenéis que tener cuidado de no morder hojas ni plantas, no vaya a ser que alguna sea venenosa.
El jardinero J quiere mucho a la princesa I , a la princesa O y al príncipe E, pero procura vigilarlos porque a veces con sus juegos lo estropean todo y le dan mucho trabajo. Acaban poniéndole nervioso. Sobre todo el príncipe E, que le corta las rosas o sube a los árboles. Se deja caer en cualquier sitio o se esconde detrás de las mangas de riego y las enchufa y lo pone todo perdido de agua, tanto que si las flores pudieran hablar, dirían: ¡ Socorro, que me ahogo!
Pasa mucho rato charlando con los príncipes y contándoles viejas historias. Todos se sientan en el suelo y el señor J empieza a contar: “Érase una vez..”
Algunas veces los reyes bajan al jardín y se unen a la conversación. Las demás letras también acuden a charlar y todos le felicitan por lo bonito que está el jardín."

Aquí os dejo la canción del jardinero J: